La siguiente mañana la dedicamos a pasear por el Greenwich Village. O simplemente, The Village, que es como es conocido por sus habitantes. Se trata de un barrio muy curioso que conserva todavia la estructura de pueblo que le da su nombre. Sus calles son estrechas, tienen edificios bajos con un cierto aire ingles y uno puede encontrarse son animados cafes y restaurantes realmente variopintos. Es el barrio bohemio, el de los poetas. Un Montparnasse en Nueva York. Es, ademas, la zona donde vive la comunidad gay cuarentona (los jovenes se han mudado a Chelsea). Esa mañana descubri, ademas, de donde proviene el nombre de los Village People!
Y cabe decir que tiene, ademas, ese decadente encanto de los barrios que son pequeñas ciudades dentro de una gran ciudad.
Anduvimos hasta Washington Square, donde se encuentra el Arch (arco) que enmarca (cuando podan los arboles...) el Empire State a lo lejos y bajamos andando hasta Broadway St., una arteria enorme que cruza casi de extremo a extremo y en diagonal la isla de Manhattan.
Esa tarde estuvo dedicada a las compras, sobre todo en Chinatown, donde es tal el bullicio de turistas intentando hacerse con la mejor falsificacion de objetos de grandes marcas, que es imposible no acabar medio loco. Al menos, asi acabe yo, dada mi poca predisposicion al consumismo y al regateo... Pero antes de ello, paseamos por Little Italy (que ya casi no existe porque la zona china la esta fagocitando) y nos dimos cuenta de como Chinatown es, rea
lmente, un trocito del gran gigante asiatico instalado en NY: ¡todo esta rotulado en chino, hasta el cartel luminoso de los McDonald's!
Este post esta dedicado a los Ross, Rachels, Joeys, Chandlers, Monicas y Phoebes de mi vida (Armando, Yosu, Gus, Mo, Buita, Milla, Xavi, Pedro, Maribel y todos los demas...)



1 comentario:
Muchas gracias por la parte que me toca, por dedicarnos este post.
Intentaré ir yo también a ver esas y otras maravillas de la ciudad en cuanto pueda y te pediré tus sabios consejos, claro está.
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