12 septiembre 2006

Viajando hacia el Hemisferio Sur

Cuando uno está solo en un aeropuerto, las horas transcurren muy lentamente.
Aquella tarde, en San Francisco, el sol se ponía tras los ventanales que daban a la pista de aterrizaje y yo mataba las horas bebiendo capuccinos y leyendo a Paul Auster en inglés.
Llegué con bastante tiempo de antelación (nunca calculo bien estas cosas...) y hubo un momento en el que, sentada en aquella zona en la que no había nadie más y cansada de leer pese a lo interesante del libro, me puse a pensar en lo que estaba por venir.
Curiosamente, el libro que sostenían mis manos se llamaba The book of illusions. Ilusiones. De ellas estaban llenos mis bolsillos, precisamente, aquella noche del 30 de Agosto de 2006...
Pensé en las veces que había imaginado recorrer el mundo. Recordé los mapas que de pequeña estudiaba mientras reseguía con los dedos los países, anhelando pisarlos "de mayor", preguntándome cómo serían en realidad aquellos trozos de la Tierra pintados de distintos colores.
Pensé que no hay nada más bonito que viajar, porque te hace sentir libre, porque te enseña de los demás aprendiendo de tí mismo.
Yo estaba a punto de descubrir el hemisferio sur... Un lugar en el que lo cotidiano se vuelve distinto. Porque, en el hemisferio sur, hay más agua que tierra. Más océanos que continentes.
En el hemisferio sur las estaciones ocurren de manera inversa que en nuestro hemisferio norte (yo iba a volver a empezar un verano que, por las leyes elementales de lo que nos toca vivir por donde vivimos, ya se estaba terminando...)
En el hemisferio sur, el sol atraviesa el cielo de este a oeste sobre el norte. Por eso, al pasar el sol sobre el norte, las sombras giran en sentido contrario a las agujas del reloj durante el día.
En el hemisferio sur, los huracanes y las tormentas tropicales giran en sentido inverso a las agujas del reloj, al revés que en el hemisferio norte (la "culpa" de ello se llama efecto coriolis).
En el hemisferio sur, la Luna se ve "dada la vuelta" respecto de lo que se ve en el hemisferio norte.
En el hemisferio sur uno está, como la Luna, "cabeza abajo", mirando de frente hacia el centro de la galaxia que nos aloja...
Dejé mis pensamientos a un lado y cogí el pasaporte y la mochila.
¡El pasaje esperaba ante la puerta de embarque! Allí conocí a dos chicos de Sydney. Uno de ellos, de ascendencia griega y que me dijo llamarse Arturo al ver mi nacionalidad, era tan simpático que hizo que mis últimos minutos en Estados Unidos fueran un no parar de reír.
El avión despegó puntualmente a las 21:30. Me esperaban 18 horas de vuelo, con un transbordo en Auckland, Nueva Zelanda.
10.519,95 kilómetros viajando hacia el hemisferio sur...
Mucho tiempo que mi cuerpo no resistió sin dormir en aquel incómodo asiento de clase turista, gracias al cansancio por la excursión al Golden Gate y, para qué negarlo, a la botella de vino que pedí expresamente con la cena para caer sumida en un letargo del que desperté, en medio de algún lugar del Océano Pacífico, nueve horas después.
Ya quedaba menos para pisar el mundo del revés.


Este post está dedicado a los que sueñan con lugares imposibles que algún día, pisarán.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, doctor.
Viniendo de ti, es un gran halago...

Anónimo dijo...

Hola, me llamo Camila y vi el link de tu blog en la página de Los Viajeros.

Estuve en SF y saqué mucha información de lugares, caminos, etc., de tu blog antes de mi viaje.

Lo encontré de verdad excelente, me gustó mucho la forma en que escribes y describes los lugares a los que has ido, y tus fotos están maravillosas.

Así es que muchas gracias por toda la info que proporcionas =P y felicidades por tu blog.

Camila

esther dijo...

Hola Camila.

Me alegro muchísimo de que mi blog te inspirara para tu viaje.
Ayudar a otros aventureros es muy.. mágico.. porque cada uno de nosotros aporta un poquito de lo que ha vivido al otro, y así vamos formando una cadena invisible que nos une y rodea los lugares de Gaia que vamos descubriendo.

Muchas gracias también por leerme. Por cierto, estoy a punto de escribir sobre Australia.. por si un día te animas a ir ;o)